Yo adoro leer y adoro escribir, pero el tiempo no ayuda y los medios aun menos(crisis mundial, piratería, etc, etc, etc......). Por esta razón-y porque la esperanza es lo último que se pierde- he decidido crear este blog para enseñaros algunas de mis "creaciones" y así conocer vuestras opiniones(si además se cuela por aquí algun editor famoso que me tenga en cuenta por favor :) ).
En fin, mi nombre no creo que tenga mucha importancia, así que por el momento me mantendré en el anonimato jajaja, sólo deciros que acabo de cumplir los 18 así que tened un poco de compasión, aun me queda MUCHO por aprender... Aquí os dejo un primer fragmento de lo que estoy intentando escribir desde hace algun tiempo, aver que os parece. Acepto consejos :)
Att: S.M.F
Nunca me gustaron la gente ni las multitudes... Siempre he creído que todos siguen el mismo patrón egoísta, se amontonan como hormigas y siguen avanzando hacia un precipicio como ovejas confusas. Ellos lo saben, eso es lo peor, ellos lo saben pero no intentan corregirlo. Y, ¿Para qué?, me preguntaba siempre, ¿qué sentido tiene hacer lo mismo que hace toda esa gente?, al final del camino, tanto el rey más rico como el vagabundo más pobre, acabarán en el mismo sitio: un triste hoyo, oscuro y vacío. Muchos sí se dan cuenta de esto, y tratan de solucionarlo, pero son una minoría y nunca son capaces de tomar una decisión unánime.
Yo no veía el sentido de seguir a todo el mundo, como si todos tuvieran que vivir del mismo modo o imitar a alguien por el simple hecho de haber conseguido algo como dinero o fama, que son cosas que curiosamente hacen que el ser humano saque lo peor de sí mismo.
Mi madre decía que era el espíritu rebelde de la adolescencia, que ya se me pasaría con los años. Pero yo estaba seguro de que dentro de mí había algo...diferente
-Estoy muy preocupada cariño. Aryk va a acabar con cáncer si sigue fumando así... ¡Si sólo tiene 17 años! ¿Qué habremos hecho mal?
Me disponía a entrar por la puerta del comedor cuando escuché como mi madre le explicaba a mi padre lo angustiada que se sentía por mi mala conducta.
El tabaco me ayudaba a evadirme del mundo lleno de esa actitud que tan poco me gustaba, esa era la única razón por la que fumaba, aunque no me sentía orgulloso de ello, descubrí demasiado tarde la adicción que éste provoca y nunca me propuse dejarlo.
-Mañana le llevaré al médico, esperemos que a él le haga más caso que a mí.
Cuando abrí los ojos el día siguiente, dirigí toda mi atención al oscuro cielo gris y lluvioso que asomaba detrás de la pequeña ventana de mi habitación. Me gustaba mucho la lluvia, aquel sonido transportaba mi mente a mundos muy lejanos y aquella frescura me embriagaba de una manera inexplicable. Me quedé embelesado mirándola durante un rato hasta que mi madre rompió toda la magia con un grito:
-¡Aryk!, la consulta es dentro de media hora, ¿ya estás vestido?
-Sí mamá –decía mientras me subía los pantalones a toda prisa- ya casi he acabado.
En cuanto abrí la puerta y atravesé el umbral, sentí aquel característico olor que la lluvia dejaba siempre a su paso, salté sobre el asfalto mojado y me adentré en el cálido Volkswagen.
Hacía frío, lo sabía porqué mi madre iba abrigada hasta la cabeza, pero yo me sentía bien, aquel ambiente me gustaba mucho más que el calor sofocante que se respiraba en verano.